Viaje a la Sostenibilidad |
El turismo y los pueblos indígenas son una mezcla compleja que tiene muchas posibilidades de no salir bien. Hoy quiero compartir un testimonio de Javier, que ha conocido a los himba en Namibia. Nos cuenta sus impresiones sobre el turísmo indígena y nos plantea pertinentes preguntas: Nosotros -mi amigo y yo- estuvimos en Opuwo (Namibia) y efectivamente vimos el problema. No tanto el del alcohol, ya que no vimos a ningún Himba borracho, como el del circo de la visita a la tribu. Fuimos los dos solos con un guía, y tratamos de ver el poblado sin inmiscuirnos demasiado. Eso si, se pagaba con 10 kilos de harina y 10 de arroz, creo recordar. Bueno, la cosa es que de repente llegó un minibus y empezó el circo, unos 20 turistas sacando fotos a diestro y siniestro, la gente posando … A todo esto, las mujeres vestidas como la de la foto del link, mientras que los hombres al fondo, apartados y vistiendo con vaqueros y camiseta. Después en el camping en el que nos alojamos, el dueño, un francés de voz tronante que llevaba allí viviendo desde hace 20 años nos explicó la evolución y el impacto negativo de la civilización occidental sobre estas tribus. De cómo rebuscan en la basura para encontrar comida (una basura de Namibia, no de París o Nueva York, decía él), de cómo veían a los extranjeros pagar con sus tarjetas de plástico e intentaban hacer lo mismo con tarjetas de teléfono usadas … Todavía dudamos: ¿Es moral visitar estas tribus que son en realidad “la atracción estrella de la región”? o ¿simplemente hay sitios a los que no se debería ir y punto? ¿Realmente necesitan ayuda para “dejar de ser pobres”? o ¿es eso equivalente a acabar para siempre con su modo de vida? Fuente: Javier Leandro de Baobabguides |
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